Música MIDI en Ubuntu con Audacious

El protocolo MIDI es un estándar que usan los músicos para conectar instrumentos al ordenador y para grabar la música en archivos informáticos de forma digitalizada. No nos vamos a meter en líos técnicos sobre como se hace esto, pero lo que sí nos puede interesar a los usuarios sin conocimientos musicales es escuchar las canciones grabadas en este formato. Un archivo MIDI contiene información sobre los instrumentos y las notas musicales, como si fuera una partitura, mientras que un archivo MP3 es simplemente una grabación digitalizada y comprimida. Sería como comparar un archivo de dibujo vectorial de AutoCAD de líneas y símbolos geométricos con un archivo JPG de mapa de bits. La gran ventaja que tienen los archivos MIDI, a parte de su edición por quien sepa hacerlo, es que ocupan realmente poco espacio. En menos de 50 KB te puedes encontrar auténticas obras maestras de la música. El inconveniente principal es que no puede haber voces, sólo música instrumental, y que la reproducción puede sufrir variaciones según la configuración del ordenador -hardware y software- utilizado en cada caso.


Hace varios años -Windows 95, ordenadores Intel 486, tarjetas de sonido Sound Blaster opcionales- en el día a día de uso del PC dominaba el silencio. De vez en cuando algún molesto pitido en el altavoz interno del gabinete, o algún Ding grabado en formato wav sin compresión cuando aparecía un mensaje de error. Nada de poner la radio On Line ni canciones de fondo en MP3. Donde únicamente había algo de música era en los juegos, que incluían su ambientación musical en formato MIDI, y como nos podemos imaginar ocupaban muy muy poco para caber en los disquetes. Otro sitio donde se encontraba música MIDI era en los timbres de los móviles polifónicos. Una maravilla de la técnica. La gente tardaba en contestar para que sonara la música.


Después llegó internet. Ya había eDonkey, eMule, Ares, y una multitud de procedimientos similares para que quien quisiera pudiera descargar canciones en formato MP3, que ya era como lo conocemos hoy y tenía las voces grabadas de los triunfitos y de quien se pusiera por delante. Pero no todo son ventajas. Los ordenadores eran muy lentos y con poca memoria, y se trababan al reproducir archivos MP3 largos porque no eran capaces de llevar a cabo la descompresión en tiempo real. Los MP3 ocupaban mucho -lo mismo que ahora, pero entonces era mucho- y los discos duros se llenaban rápidamente. Había quien compraba las cajas de CD-Rom de cien en cien para pasarse noches enteras descargando música con las velocidades de los módems y los servidores de la época.


Quien apreciara la música instrumental -sin voces- tenía una gran ventaja. Ahí estaban los archivos MIDI que ocupan nada y suenan perfecto. Con un clic los descargabas en segundos incluso con el Módem y en un disquete podías grabar cientos, porque encima se podían comprimir para ahorrar todavía más espacio. Es fácil de entender que a lo largo de varios años nos hiciéramos con una colección de miles de ellos.


El conector Sub D amarillo es el puerto MIDI
para conectar instrumentos electrónicos al PC.
No hacía falta usarlo para escuchar música,
antes de la era USB se usaba para conectar los joystick.
El formato MIDI estaba soportado desde Windows 3.1 por lo menos, donde ya venía como ejemplo la mítica canción canyon.mid. Después los windows se fueron modernizando pero el MIDI siempre estuvo ahí. Además de en los juegos y presentaciones, cualquier reproductor multimedia es capaz de abrir y reproducir estos pequeños archivos para ponernos el hilo musical mientras trabajamos entre ventanas.

El año pasado dimos el salto definitivo a Linux y la experiencia ha sido muy buena. Hemos podido hacer con el ordenador todo lo que hemos querido y abrir prácticamente todos los tipos de archivo habidos y por haber, pero los MIDI se nos estaban resistiendo. Es como si no existieran. Kubuntu les sabe poner un icono distintivo muy bonito, pero no hay ningún programa capaz de abrirlos. Los reproductores de música no permiten reproducirlos, ni siquiera el todopoderoso VLC que los trata como si no los conociera de nada. Después de mucho buscar y rebuscar en el centro de software de Ubuntu encontramos el reproductor QMMP que sí sabía abrir los archivos MIDI pero los resultados fueron bastante malos. La mayoría de archivos no se reproducían y los que sí lo hacían se escuchaban exageradamente mal, como si faltaran instrumentos musicales. o éstos estuvieran intercambiados. También nos sugirieron otras alternativas como Timidity, pero el resultado no fue mucho más satisfactorio.


Será que el formato MIDI ya es obsoleto o que hay problemas de patentes y líos burocráticos perversos, pero el caso es que nos extraña mucho que Ubuntu Linux se haya olvidado de este formato de archivo tan "habitual" en otras plataformas. Aunque al mismo tiempo la música MIDI suena perfecta en el interior de los pequeños juegos flash de internet o de los clásicos que se ejecutan en el emulador DosBOX. Misterios misteriosos de la informática.

Cuando ya dejábamos por imposible el tema de los MIDI y nos limitábamos a convertir a MP3 los mejores temas para no perderlos, encontramos un reproductor multimedia capaz de leer estos archivos y reproducirlos con una calidad más que aceptable. Todo ello con la sencillez que rodea a este tipo de programas. Terminamos esta larga introducción y pasamos a la corta instalación y configuración.

En primer lugar vamos a la central de software de Ubuntu y allí localizamos e instalamos el programa Audacious. Cuidado de no confundirlo con Audacity que es otra cosa diferente, también muy recomendable. Esta aplicación se ofrece como un sencillo reproductor musical con el estilo del clásico Winamp, sin otras pretensiones. Con un clic quedará instalado en el sistema y ya podremos reproducir los archivos MP3 además de otros formatos musicales "vectoriales" como los MOD y los S3M que son un poco más rebuscados pero también tienen su interés.

Explicamos a continuación cómo configurar Audacious para reproducir archivos MIDI. En primer lugar activaremos el interfaz GTK+ convencional, que es mas usable que el de WinAmp clásico seleccionando en los menús la opción Ver, Interfaz, GTK. Para la configuración propiamente dicha iremos a Archivo, Preferencias. En la ventana que aparece, en el bloque de la izquierda seleccionamos Complementos, y en la parte derecha la pestaña de Entrada. Aparece una lista donde seleccionaremos la opción AMIDI Pugin (Midi player).


Una vez marcada esta opción en la lista, pulsamos abajo el botón de Preferencias.


En esta nueva ventana, marcamos la primera pestaña de la izquierda, Complemento AMIDI. Y en la derecha lo único que hemos cambiado es asegurarnos de que está seleccionada la opción de usar el Motor FluidSynth.

A continuación seleccionamos a la izquierda la pestaña Motor FluidSynth y cambian las opciones de la derecha.


En esta pantalla hay que añadir a la lista algún archivo "SoundFont" con extensión .sf2 que contiene la definición de todos los instrumentos musicales. Parece que en vez de buscarlos en el interior de la tarjeta de sonido los busca ahí. Si la lista está vacía, como fue mi caso, hay que pulsar el botón verde + ala derecha para seleccionar los archivos en los directorios. Supuestamente se encuentran en donde estén "algunos otros programas de música" instalados en el ordenador, pero yo no encontré ninguno en mi disco duro, así que tuve que ir a buscarlos a internet.

En la página https://musescore.org/es/manual/soundfont hay varios de ellos que se pueden descargar libremente. Son archivos muy grandes, de más de cien megas. Después de hacer pruebas con varios de ellos, los mejores resultados los he obtenido con el General User Fluid Synt. Habrá que descargar uno de estos archivos a nuestro ordenador y descomprimirlo porque viene en formato ZIP. Después lo llevaremos a un sitio donde no estorbe dentro de nuestro espacio de usuario, porque no lo deberemos de mover para que el programa lo encuentre siempre. Habrá que añadirlo en la lista de la ventana de configuración y una vez pulsemos Aceptar ya estaremos en condiciones de reproducir archivos MIDI dentro de la aplicación Audacious.

Después de más de un año sin escuchar ciertas canciones, nos parecen diferentes. Es normal que esto ocurra al hacer cambiado totalmente de sistema operativo. Windows posiblemente usaría el hardware de la tarjeta de sonido y este programa parece que lo hace todo por software. La música suena con normalidad y al contrario que ocurría en QMMP o Timidity, sí que suenan todos los instrumentos. El archivo soundfont ocupa una barbaridad y nos temíamos que si se tiene que estar consultando constantemente para sacar información de los instrumentos, hiciera que el ordenador se pusiera lento al reproducir archivos MIDI, pero hasta ahora no hemos notado ningún funcionamiento anormal.

Ya damos el problema por solucionado y nos quitamos una espinita que teníamos clavada después de la migración a Linux. No sabemos si esta opción será la más acertada, pero en todo caso funciona de forma satisfactoria y el proceso de instalación ha sido sencillo y poco intrusivo en el sistema. Seguiremos haciendo experimentos y si encontramos algo mejor, lo cambiaremos rápidamente.


Comentarios

Me alegro que al final encontrarás la alternativa que se ajusta a lo que queríais o necesitabáis.
Antonio ha dicho que…
Muchas gracias por subir estas instrucciones tan claras. Me han servido de referencia para conseguir reproducir el formato midi en Manjaro con Audacious. Un saludo.
Anónimo ha dicho que…
Mil gracias

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