Inspirándonos con el Spirograph
Hacer difícil las cosas sencillas también puede tener sus ventajas. Hoy se nos ha antojado dibujar al estilo del Spirograph, ese extraño juego con reglas de plástico en forma de engranajes que permite trazar estrellas, flores y cosas así. Lo más sencillo sería ir a una papelería y comprar un auténtico Spirograph con una buena colección de ruedas dentadas, o acudir al bazar chino más cercano y buscar una de sus múltiples imitaciones.
Pero nos podemos conformar con usar el ordenador. Para suplir a dos simples ruletas de plástico, alguien ha hecho un gran trabajo de programación en entorno gráfico con fórmulas matemáticas incomprensibles, y ha salido esto...
No hace falta instalar nada. Basta con abrir el navegador y entrar en la dirección de http://nathanfriend.io/inspirograph/ para hartarse de dibujar estrellas sin gastar bolis ni desperdiciar papeles.
El programa es tan detallado que como no hagas el trazo de seguido y te pares, dejarás un pequeño tachón. También si das la vuelta completa y vuelves a pasar por el mismo sitio, la línea quedará más marcada o algo desplazada. Muy auténtico, como en el mundo real.
Además de cambiar los colores, la aplicación dispone amplia gama de engranajes de diferentes tamaños. Aprenderemos cosas como que si ponemos dos ruedas iguales no llegamos a ningún sitio. Para salir del antojo puede valer. Más bueno que el de los chinos, pero no tanto como el auténtico Spirograph que trae hasta vías acoplables para personalizar al máximo la forma del dibujo.
Pero nos podemos conformar con usar el ordenador. Para suplir a dos simples ruletas de plástico, alguien ha hecho un gran trabajo de programación en entorno gráfico con fórmulas matemáticas incomprensibles, y ha salido esto...
No hace falta instalar nada. Basta con abrir el navegador y entrar en la dirección de http://nathanfriend.io/inspirograph/ para hartarse de dibujar estrellas sin gastar bolis ni desperdiciar papeles.
El programa es tan detallado que como no hagas el trazo de seguido y te pares, dejarás un pequeño tachón. También si das la vuelta completa y vuelves a pasar por el mismo sitio, la línea quedará más marcada o algo desplazada. Muy auténtico, como en el mundo real.
Además de cambiar los colores, la aplicación dispone amplia gama de engranajes de diferentes tamaños. Aprenderemos cosas como que si ponemos dos ruedas iguales no llegamos a ningún sitio. Para salir del antojo puede valer. Más bueno que el de los chinos, pero no tanto como el auténtico Spirograph que trae hasta vías acoplables para personalizar al máximo la forma del dibujo.
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