Farmacia cara farmacia barata

Una farmacia es el comercio donde podemos comprar los medicamentos que ayudan a mantener nuestra calidad de vida en la era actual. Pero aprovechando la gran confianza que depositamos en los farmacéuticos, allí también podremos encontrar un sinfín de productos que, sin ser medicamentos, están relacionados de alguna forma con la salud. Desde artículos tan inofensivos como tiritas o esparadrapo a otros tan enrevesados como homeopatía o productos milagro, pasando por un interminable catálogo de perfumería, cosméticos, ortopedia, complementos alimenticios, material deportivo o división infantil. Ya se pueden encontrar hasta teléfonos móviles. En resumen, nos da la sensación de que en una farmacia actual lo menos que hay son medicamentos.

El precio de los medicamentos en España está regulado por las autoridades de sanidad y lo que pagamos por ellos depende de la cobertura que cada uno tenga en la Seguridad Social, pero en todo caso está exactamente calculado y nos va a costar lo mismo en cualquier farmacia, por lo que no hay competencia entre ellas. Pero el precio de esta miríada de artículos diversos que no son medicamentos pero que sí se encuentran en sus estantes no está regulado de ninguna forma y cada empresario lo establecerá por libre atendiendo a criterios comerciales. Puede variar según la demanda, la época del año, el fondo de stock, la ubicación de la farmacia, o simplemente por las prisa que tengan en ganar dinero.

Por lo tanto, aquello de "como es de la farmacia es bueno y vale lo que tiene que valer" no es una afirmación válida para todos estos artículos varios. Si queremos evitar decepciones y sablazos hay que comparar precios como hacemos en cualquier otra tienda.
Nos encontraremos con la dificultad de que en muchas farmacias tradicionalmente no dan los tickets a menos que se pidan expresamente, por lo que además de la confusión con cuales artículos son medicamentos y cuales no lo son, es muy difícil tomar conciencia de lo que nos ha costado cada uno. Dedicarle algún tiempo a controlar estos gastos puede ser una inversión en salud, por lo menos para que nos quede algo de dinero para seguir comprando medicamentos cuando los necesitemos.