Lego Masters

Anoche estrenaron en Antena 3 lo que parecía que iba a ser una versión de Master Cheff donde en vez de cocinar iban a construir cosas con ladrillos de Lego. Ya tenían asegurada nuestra atención. Ahora había que verlo...

 

Pero ya no vemos la televisión. Ni siquiera ya El Hormiguero completo, salvo a Marron, El Monaguillo y poco más. Sentarse delante de la pantalla a las once de la noche a ver anuncios y más anuncios de cosas que no nos sirven para nada iba a resultar una experiencia insufrible, así que lo hemos visto hoy grabado. Eliminado lo malo, queda sólo lo bueno. Y nos ha parecido bastante interesante.

Partimos de la idea de que este programa va a fomentar la afición por los juegos de construcción. Una actividad totalmente sana e imaginativa que sólo tiene el inconveniente del alto precio de los juegos originales de Lego, pero eso también tiene solución. Para empezar han seleccionado a un grupo de parejas de concursantes que en este caso no pueden ser actores falsos, sino que de verdad tienen que saber hacer lo que están haciendo, y así lo han demostrado en este primer capítulo.

La primera de las pruebas ha consistido en construir atracciones mecánicas con movimiento en una parcela de un parque de atracciones. Los resultados han sido variados y bastante llamativos. Han tenido a su disposición una variedad de piezas muy amplia con las que dar rienda suelta a su imaginación. Gran diferencia con las cajas que se compran de este conocido juguete con las que sólo se puede construir lo que viene en las instrucciones y hay poco espacio para la creatividad. En la segunda prueba los concursantes han tenido que construir una gama de electrodomésticos como radios, teléfonos o cámaras con formas redondeadas más o menos complicadas. Usando su experiencia con las clases de piezas existentes han intentado aproximarse lo más posible a la realidad.

Durante todo el programa se ha disfrutado de un ambiente de cordialidad donde los jueces han tratado con respeto a los concursantes y estos se han llevado bien entre ellos. La idea principal ha sido construir, y no discutir. Otra televisión es posible.

Para quienes tenemos cierta afición por este mundo de los juegos de construcción, vemos que se han pasado por alto muchos detalles técnicos. Pero hay que entender que el programa va dirigido al público general y pretender entretener. Lo ha conseguido. Con un ritmo muy ágil nos ha parecido corto. Ganas de ver más.

Además esperamos que muchos abuelitos trasnochadores acaben de tener una buena idea para los próximos regalos de Reyes. Que en los próximos días vayan a una juguetería de esas que todavía quedan en el centro de nuestros pueblos y le pidan al dependiente que les muestre alguna caja de Lego para regalar a los nietos. Pero cuando se pongan las gafas de cerca para ver las cifras marcadas en la etiqueta pondrán cara de susto, se despedirán educadamente, saldrán la calle, entrarán a la tienda de los chinos más próxima y comprarán una caja de algo parecido a Lego que también puede hacer la misma función, pero sin mandar media pensión camino de Dinamarca. Larga vida a este tipo de entretenimientos.

Ya seas experto o no en construcciones de Lego, este es un programa interesante que merece la pena ver en la televisión. Quedan todavía otros cuatro capítulos para grabar y disfrutar con una afición sencilla y espectacular.