La Vuelta a España llegó a Ronda con un gran despliegue de medios

Este miércoles llegó a Ronda la quinta etapa de La Vuelta a España 2014. De entre todo que pudimos ver, quizás lo que menos llamó la atención fueron los propios ciclistas. La instalación de la meta está rodeada de un montaje tan grande, que para quienes no estamos acostumbrados a ver ese tipo de cosas nos puede resultar bastante espectacular.


No vamos a hablar aquí del evento deportivo, entre otras cosas prque tenemos más bien poca idea del tema, y porque podrás encontrar en Internet mucha información sobre ello. Si quieres empezar por ver el programa de TVE lo puedes hacer en la Programación a la carta. Para conocer más detalles hay multitud de medios especializados. En lugar de ello contaremos aquí lo que vimos a pie de calle durante la llegada de la vuelta a nuestro pueblo y lo que más nos sorprendió.

 Desde hace unos meses ya sabíamos que La Vuelta iba a tener un fin de etapa en Ronda, pero quizás la gente no se lo tomó demasiado en serio hasta prácticamente el día antes. Cuando los municipales empezaron a poner conos por las calles para que se retiraran los coches hubo quien se asomó corriendo esperando ver aparecer a los ciclistas de un momento a otro. ¿Por donde vienen, de allí para acá o de este otro lado?. No nos podíamos imaginar todo lo que se nos venía encima.

En Ronda nos caracterizamos por tener una red de carreteras bastante tercermundista, con trazados decimonónicos. De hecho somos una de las poblaciones más grandes de España que no tiene autovía ni esperanza de tenerla alguna vez. Esta quinta etapa de La Vuelta tuvo la salida en la localidad cordobesa de Priego de Córdoba y se dirigió hasta Ronda pasando por Antequera. La carretera que nos comunica con Campillos tiene algunos tramos rectos largos y hasta las líneas pintadas en el suelo para separar los dos carriles. Todo un lujo. Para las visitas. Es la menos mala que tenemos, pero al mismo tiempo también es la menos bonita o la más fea, según se quiera decir. Otras carreteras que llegan a Ronda tienen un valor paisajístico espectacular que hubiera quedado muy bien en la televisión y hubiera obligado a los ciclistas a subir puertos de montaña mucho más difíciles. Pero se ve que el recorrido estaba previsto así y no se podían dar más rodeos por más pueblos. Todo un acierto que hayan pasado por Teba.

De la misma forma también ha sorprendido al personal el lugar elegido para situar la meta dentro de Ronda. Un moderno barrio de bloques de pisos que nada tiene que ver con los importantes monumentos y la imagen romántica que queremos ofrecer al exterior. La meta estuvo situada a kilómetro y medio del Puente Nuevo y aquello parecía otro mundo. Le costó trabajo a los realizadores poder hacer ver con las imágenes del helicóptero que estábamos dentro de la misma Ronda. El motivo de esta ubicación no es otro que la falta de espacio y la estrechez de las calles. Los árabes no tenían la costumbre de hacer calles anchas en sus pueblos, y ahora que estamos en el siglo XXI hemos sufrido un urbanismo salvaje que sigue produciendo calles estrechas. El barrio de San Rafael, construido a principios de los años 80 del siglo pasado, se queda a medio camino antes de la especulación inmobiliaria y es de los pocos de Ronda que puede disfrutar de cosas como aceras anchas o zonas verdes con árboles de verdad.

Si bien la ubicación de la meta tenía que estar en San Rafael por ser el único sitio donde cabe, también nos podríamos preguntar si La Vuelta podía haber tenido un recorrido más largo por dentro de Ronda. Si en vez de entrar por la rotonda de Las Delicias y llegar a San Rafael en pocos segundos hubieran continuado unos kilómetros más por la circunvalación hasta alcanzar la entrada de La Planilla, hubieran podido atravesar el Barrio de San Francisco, las murallas, toda la zona de La Ciudad -que así es como llamamos al casco histórico de Ronda-, después cruzar el Puente Nuevo, Virgen de la Paz, y seguir por avenidas más o menos anchas pero con curvas hasta la meta situada en el mismo lugar donde finalmente se ha puesto, pero en sentido contrario. Nos dicen los que saben de ciclismo que esto no podía ser así porque los suelos de piedra de La Ciudad y el Puente Nuevo hubieran supuesto un peligro para los ciclistas que van a muy alta velocidad cuando están próximos a la meta.

 
 

La organización de La Vuelta ha necesitado ocupar todos los tramos de la Avenida de Málaga, así como buena parte de las calles adyacentes en los barrios de La Fraternidad y San Rafael. En otras etapas vemos por la tele todo muy nuevo y calles recién arregladas, pero aquí lo que han hecho es dejarlas como están o desarreglarlas. Ha hecho falta arrancar varios pasos de peatones resaltados, y no sabemos si los volverán a dejar luego como estaban o se quedarán así para siempre. También se vio a un improvisado ejército de jardineros dando un repaso a la Avenida, pero no se puede pretender que todo florezca en dos días. En algunos sitios han optado por arrancar todas las plantas y dejar el suelo de tierra para que no se vea tan feo. Detalles de última hora como regar las calles se quedaron en el olvido.

Las calles se veían especialmente anchas sin los coches aparcados. El mundo sería un poco más feliz si no hubiera tantos. Pero todos los que había se tuvieron que buscar la vida para colocarlos por ahí, algunos se tuvieron que ir a aparcar a las urbanizaciones abandonadas. El día de La Vuelta tocó irse andando a trabajar porque el atasco de tráfico fue general. Además los autobuses urbanos de Ronda, por lo menos los de las líneas 1 y 3 que tienen paradas en San Rafael, estuvieron necesariamente desaparecidos.


 
 
 


 
 

Son muchos detalles a tener en cuenta. En principio la idea es sencilla: van unos deportistas en bicicleta corriendo por una carretera, el primero que llegue gana, y todo se tiene que ver en la tele. Pero la cosa se puede complicar hasta límites insospechados. Desde antes de que terminara la retransmisión de la etapa anterior en Córdoba, ya había en Calle Acinipo algún camión con antenas parabólicas. La noche anterior llegaron a Ronda más de quince trailers de grandes dimensiones junto con una infinidad de camiones más pequeños, furgonetas y coches, que se quedaron encajados a modo de Tetris en todos los espacios disponibles de la Avenida de Málaga y las calles laterales. Dentro traían todo el equipamiento necesario para montar la meta y hacer posible la emisión en directo de la televisión. Durante la madrugada y la mañana estuvieron colocando la línea de meta, todos los stands para medios de comunicación y la organización de la llegada, el podium, una pantalla gigante de televisión, tiendas, bares, La Vuelta Junior, y una cantidad exagerada de elementos de publicidad.

Desde medio día el público se empezó a congregar en la zona para ir cogiendo sitio. Se da la circunstancia de que junto a la meta hubo más sitio reservado para zonas VIP que para el público general. En estas zonas VIP valladas y alfombradas de césped los invitados pudieron disfrutar de amplias butacas bajo grandes sombrillas, camareros y azafatas sirviendo canapés. El resto del público congregado en la parte más estrecha de la Avenida tuvo un puesto de cervezas gratis para todo el mundo. Mientras llegaban los corredores, y bajo un intenso calor, tuvo lugar la llegada de diferentes grupos de niños que participaban en las carreras de La Vuelta Junior. También apareció la caravana de autobuses de cada Club Ciclista y después una cabalgata publicitaria de los patrocinadores de La Vuelta.

Finalmente, se cerró todo el recorrido y aparecieron los ciclistas que pasaron a gran velocidad y atravesaron la meta. Dijimos al principio que esto nos ha sabido a poco porque aquí en Ronda estamos acostumbrados a ver cada año Los 101 Km, donde hay miles de participantes y están cerca de media hora pasando. En seguida se repartieron los premios en el pódium a los ganadores de las diferentes categorías y clasificaciones. Alguna entrevista en los fotocol, y poco más.

La retransmisión de la etapa en TVE estuvo muy cuidada, pero nos pareció corta. Mientras que para el Tour de Francia se dedicaban varias horas en el canal de Teledeporte, para La Vuelta a España sólo se programan unas dos horas en TVE1 después de el Telediario y el Tiempo. La transmisión empezó cuando los ciclistas venían poco más allá de Campillos, y los paisajes que hay por esa zona son bastante monótonos y resecos. Repetimos que la carretera es la más fea de todas las que tenemos por aquí. La llegada a Ronda fue muy rápida y en seguida pasaron a mostrar imágenes aéreas del Tajo y de la zona centro junto con las clasificaciones sobreimpresas delante. Durante este tiempo hubo un bloque de publicidad ocupando la mitad de la pantalla y también introdujeron un reportaje sobre la subida al puerto de la etapa siguiente en Granada, cosa que descolocó un poco a los espectadores y además nos hizo de perder parte de la entrega de premios en directo.







Los ciclistas desaparecieron rápidamente del primer tramo de la Avenida para dirigirse a Benalmádena, lugar de salida de la siguiente etapa. La celebración de algún acto en Estepona obligó a algunos a salir de Ronda más pronto todavía. El desmontaje de todo el dispositivo de meta fue muy rápido. En apenas dos horas recogieron todo el material y lo prepararon todo para salir. Todo estaba muy bien calculado y coordinado para garantizar la rapidez en ese proceso que tienen que repetir día tras día en cada etapa. Para la hora de la puesta de sol ya no quedaba nada ni nadie en la Avenida de Málaga.

Un evento así genera una montaña de basura. La mayoría de globos y plásticos quedaron esparcidos por el suelo de forma que parecía que iban a atascar todas las máquinas barredoras que hubiera en Ronda. Un pueblo más pequeño que tenga menos capacidad operativa estaría revolviendo plásticos una semana. También nos llamó la atención que la mayoría de las bebidas que se sirvieron tanto en los bares como en las barras de las zonas VIP venían en latas individuales, en vez de haber barriles y grifos. Estas grandes cantidades de envases, junto con otros desperdicios, se quedaron en bolsas por las calles y posteriormente fueron recogidos por los mismos camiones que vaciaban los contenedores de basura orgánica, así que parece que no van a ser reciclados.

Las latas de bebidas también fueron una fuente inagotable de anillas para gran cantidad de personas que las iban recogiendo del suelo para quitárselas, así que en las próximas semanas vamos a tener en Ronda un superhábit de pulseras artesanales y otras manualidades por el estilo.

Muchos daban por sabido que la vuelta ciclista la organiza TVE y que como nuestro pueblo es "tan bonito" pues nos han seleccionado para salir en la tele. Ahora se quedan aterrorizados al descubrir que quien está detras de la organización de La Vuelta es una empresa privada de publicidad y que para que algo se vea en la tele hay que pagar, y mucho. Lo que no se pague no sale. Por ejemplo el Circuito Ascari no se ha visto, a pesar de que los ciclistas pasaron por la carretera justo al lado y de que una instalación así es muy vistosa en las imágenes aéreas. Este gasto ha sido soportado por las administraciones locales y provinciales que han considerado que será beneficioso para los empresarios de nuestra ciudad. Ya aparecen en los medios de comunicación las posibles ventas que han hecho los comercios locales durante este día y las dimensiones de la promoción publicitaria que ha recibido Ronda al verse en TVE y en otras televisiones de otros países. Seguro que ha sido para bien. El año que viene La Vuelta va a salir desde la provincia de Málaga, así que es posible que Ronda o la Serranía puedan volver a estar presentes de alguna forma en el recorrido.



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