La complicación de seguir viendo la televisión

Allá por el año 1989 empezó a funcionar el Canal Sur, la televisión autonómica de Andalucía. Todo un acontecimiento porque pasábamos a tener la mitad más de cadenas que antes. De dos -las dos de TVE- a tres a partir de ese momento.

Empezar a disfrutar del Canal Sur fue tan sencillo como buscar en el televisor una palanca o potenciómetro situado junto al botón "3" y girarlo con cuidado hasta que apareciera en la pantalla con nitidez alguno de los predecesores de Juan y Medio.

Si alguien tenía un televisor en blanco y negro, que todavía los había, podía disfrutar del Canal Sur en escala de grises sin más limitación.

Ahora estamos en 2020 y han pasado muchas cosas. Tenemos decenas o cientos de cadenas disponibles, HD, televisión a la carta, sonido stereo y dual, guía epg, etc... y además de vez en cuando tenemos el "dividendo digital" y nos lo ponen todo patas arriba. Para tener nuestra tele medio organizada hay que ser un apasionado de los aparatos electrónicos o un friki perfeccionista insufrible, o las dos cosas.

Y los técnicos perfeccionistas cada vez ven menos la televisión, por otros motivos de sobra conocidos. Los espectadores habituales que van quedando no son ni lo uno ni lo otro. Y cada vez lo tienen más complicado. No habíamos tomado conciencia de la magnitud del problema hasta estos días, cuando sin quererlo ni buscarlo hemos tenido que re-sintonizar una cantidad exagerada de televisores para ayudar a los sufridos tele espectadores a seguir viendo el telediario.

El cambio de frecuencias de las cadenas se produciría en una fecha determinada en cada zona. Ha habido tiempo para que los antenistas arreglen las antenas colectivas, pero el día señalado llegó y varias cadenas desaparecieron. La gente no se había enterado a pesar de que llevan meses anunciándolo. Entre la marabunta de publicidad y la serie de pamplinas que cada día les cuentan en los informativos, estos anuncios institucionales han pasado bastante inadvertidos para una parte importante de la población. Muchos han creído que era una avería y para intentar solucionarlo han averiado lo que sí funcionaba.

Los anuncios decían algo así como "para resintonizar tú televisor pulsa Menú y Búsqueda Automática" Pero no siempre es tan sencillo. La variedad de televisores y sintonizadores es muy diferente y la usabilidad de algunos deja mucho que desear. Comprobamos que en muchos modelos antiguos hay menús totalmente diferenciados para la antigua televisión analógica y para la TDT que vino después. Entender y distinguir uno de otro puede ser extraño para muchas personas.

También sobreviven los sintonizadores TDT conectados a teles de tubo de cristal, o aquellos DVD con TDT que no hacían bien ni lo uno ni lo otro. Se calientan como para cocinar encima, pero ahí están funcionando. Y las teles de marca de los hiper como Grunkel y Belson con sus menús extraños que no se parecen ni entre ellas. Triunfaron hace años y sobreviven bastante bien. No todo el mundo tiene modelos modernos rápidos y cómodos. Los menús de configuración de algunos de estos aparatos son un laberinto. Y no vas a pedir que te busquen las instrucciones.

Un añadido extra a la complicación con las televisiones y decodificadores TDT antiguos es que los mandos a distancia no han sobrevivido al paso del tiempo y han sido sustituidos por mandos universales de los chinos. Es posible que estos mandos no tengan los botones para entrar a los menús de configuración. O que si los tienen no funcionen porque los códigos de control no fueron bien programados. El día que los compraron fue suficiente con que funcionaran las teclas de los números y el control de volumen. Además de pelearse con los menús hay que pelearse con los mandos. Ponte a cambiar los códigos o a buscar otro mando con más botones a ver si acertamos y podemos entrar al laberinto.

Y una vez en el centro del laberinto y con la búsqueda automática finalizada, vemos que en la lista de canales no salen los HD. En 1989 se podía estrenar el Canal Sur en blanco y negro sin cambiar de televisor, pero ahora gran cantidad de teles antiguas no pueden ver los canales en alta definición de ninguna forma. Be Mad o A3 Series son desconocidos para una gran parte de la población. Pero ni desconocidos y conocidos. Mucha gente pasa de los canales raros de la TDT, de todos.

La segunda parte del problema del laberinto es ordenar la lista de canales. TVE1 en el 1, La 2 en el 2, etc.

Observamos con espanto que muchos televisores no tenían los canales ordenados desde la anterior reestructuración, o desde nunca. La gente va pasando P+ y P- arriba y abajo hasta que sale algo que medio le gusta. Volver a lo que estabas viendo después de un doble intermedio antenatresiano de 14 minutos tiene que ser complicado si no tienes ni idea de en qué número era. Experiencia de uso regular, pero aún así no pueden pasar sin la televisión.

Para dejar medio bien ordenados los canales en todos los casos nos hemos preocupado de poner los principales del 1 al 6 hasta La Sexta. En el 7 casi todo el mundo ha querido el Canal Sur. Y a partir del 8 ya es la jungla. Los nombres de los canales rara vez llevan número y por lo tanto no hay una forma buena de ordenarlos. Pero la gente pasa olímpicamente de ellos. Alguien ha pedido las noticias en el 8 y el Clan en el 9 para cuando vengan los nietos. La televisión local de Ronda también muchos la han querido tener cerca. Pero los demás canales les da absolutamente igual donde estén. Ni los conocen ni los ven nunca. 

Así las audiencias de la TDT son todavía más bajas. Si la gente que todavía es fiel a la televisión encuentra esta complicación en sintonizar y ordenar los canales sin pedir ayuda, y muchos de ellos ni siquiera pueden ver los HD, la experiencia de uso es muy mala. Los avances técnicos, la obsolescencia programada y el caos legislativo no les han tenido en cuenta y han dado lugar a esta situación. Las cadenas no encuentran motivos para mejorar la programación de estos canales porque no los ve casi nadie. Los que sí tenemos televisores más modernos o no nos da miedo tocar muchos botones, preferimos gastar nuestro tiempo en cualquier cosa antes que ver la televisión tradicional. Y por supuesto la radio ya se queda en el paleolítico, aunque sigue saliendo y ocupando frecuencias en la sintonización de la TDT.