Tente ha vuelto

Este verano en plena canícula empezó a circular la noticia de la vuelta de Tente. El que fue nuestro juguete favorito va a ser comercializado de nuevo por una empresa promovida por un grupo de coleccionistas que participan en los foros que hay en Internet dedicado a este admirado juego. Ante la dificultad para conseguir piezas usadas que cada vez son más escasas y más caras, estas personas han podido hacerse con los derechos de uso de la marca y poner en funcionamiento muchos de los moldes originales para fabricar nuevas piezas de Tente.

Ya se ha abierto la tienda on line donde por ahora se pueden encontrar una selección de piezas sueltas de este juego de construcción. En un principio nos parecen pocas y se echan en falta algunas muy necesarias para construir cualquier modelo, por lo que por ahora sus clientes serán principalmente los coleccionistas que ya tienen un buen montón de piezas originales para juntarlas y perfeccionar sus construcciones. En el catálogo hay un apartado donde se ven las piezas que irán poniendo a la venta próximamente, conforme vayan restaurando los moldes o fabricando otros de marca iUnits con nuevos diseños. Cuando vaya habiendo más variedad de piezas anuncian que también venderán sets completos; esto son las cajas con las piezas necesarias para construir algo, las instrucciones, etc.

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Esto es un gran avance para los aficionados y coleccionistas de este conocido juego que fue muy valioso para varias generaciones de niños de toda España y otros países del mundo, que ahora nos hemos hecho mayores.

Tente formaba parte de la colección de juguetes de la mítica firma Exin, que fue líder absoluto en España en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado con juegos tan apreciados como Ibertren, Scalextric, Cinexin o Exin Castillos. Durante años, su principal competidor Lego intentó todo lo habido y por haber para acabar con este juego de construcción que le hacía la competencia dentro y fuera de España, pero lo que no pudo conseguir en los tribunales lo consiguió la crisis de principios de los 90 que llevó al cierre de la industria de Exin. Diferentes productos de la marca han sido recuperados posteriormente por otras empresas jugueteras con mayor o menor éxito, siendo Tente reeditado por Educa Borrás durante algunos años con una pequeña selección de cajas que ya tampoco se pueden encontrar en las tiendas.

Tente fue algo muy importante en nuestra infancia, en los años 80. Se convirtió por méritos propios en nuestro juguete favorito y al que más tiempo de juego dedicamos. Junto con Playmobil y Exin Castillos era el regalo más habitual que nos iban haciendo en cumpleaños, santos y Reyes, pero a lo largo del resto del año también era posible que cayera alguna caja más pequeña. Tente no era barato, pero era asequible. No era un lujo. Lo podías encontrar en las jugueterías del centro, pero también en los quioscos e incluso en los mercadillos. Había Tente por todos lados y todos los niños lo tenían y lo podían disfrutar. Se jugaba con Tente en el patio del colegio, en los parques y en las azoteas. Si unas piezas se perdían, se encontraban otras. Se intercambiaban piezas e instrucciones como si fueran cromos. Tente era una maravilla al alcance de todos.

Gran parte del éxito de esta maravilla era culpa de la selección de piezas que venían en sus cajas. Junto con los ladrillos rectangulares más típicos y las plataformas más convencionales venían otros elementos específicos para construir los modelos dándoles un acabado perfecto. Las proas de los barcos, las cabinas de los camiones o las colas de los helicópteros tenían un diseño muy bien pensado para destacar en las partes más visibles de los juguetes. Otros elementos más pequeños como minúsculos botes salvavidas, chimeneas ovaladas o ventanas con ojos de buey completaban las construcciones y les daban un aspecto excelente. 

Tente nunca tuvo cajas demasiado grandes. Salvo algunas excepciones como los Gigantes del Mar, los sets rara vez sobrepasaban las 200 o 300 piezas. Modelos útiles con los que una vez finalizados de construir se podía jugar sin limitaciones. Eran funcionales por todos lados en vez de ser un simple decorado que sólo es bonito por delante. Muchas series de Tente estaban pensadas para combinar varias cajas entre si pudiendo construir con las piezas de todas ellas otros modelos más grandes. Además las instrucciones y los laterales de las cajas estaban llenos de fotos con ideas para experimentar y construir otras cosas diferentes. Los consumidores a pesar de nuestra corta edad nos dábamos cuenta de este detalle y lo sabíamos apreciar dedicándole a Tente muchas horas de juego.

Las comparaciones son odiosas, y siempre estamos comparando a Tente con Lego. Son juegos diferentes cada uno con sus ventajas e inconvenientes. Pero lo que no se puede hacer es comparar el Tente de 1993 con el Lego de 2021. Ahora estamos en el futuro y Lego no ha parado en todo este tiempo de incorporar cientos de nuevas piezas, una gama de colores brillantes y métodos de construcción muy sofisticados. Por ejemplo entonces apenas se usaban las técnicas SNOT para encajar piezas en horizontal, aunque ambas marcas ya tenían ladrillos con pivotes laterales. Todas las construcciones de Tente y Lego tenían el aspecto clásico de ladrillos apilados hacia arriba y pivotes visibles. Ahora en el siglo XXI cualquier montaje de Lego mínimamente elaborado lleva partes acopladas en horizontal y va todo recubierto de piezas planas para conseguir un aspecto limpio. Si Tente hubiera seguido evolucionando durante estos años, no sabemos hasta donde hubiera podido llegar.

La mayoría de las piezas de Lego están hechas a prueba de gordos con botas, pero las de Tente eran mucho más frágiles. Al tener los pivotes más anchos, las paredes de las piezas son más finas y por lo tanto más endebles. Era relativamente habitual tener algún ladrillo o plataforma rota. Pero nunca jamás las tirábamos, sino que las guardábamos a parte y las colocábamos en sitios de nuestra construcción donde quedaran tapadas y no se viera el roto. La característica estrella de Tente de poder ensamblar las piezas de formas adicionales usando el agujero central de los pivotes también era problemática, ya que a veces las barras de las otras piezas se partían y se quedaban dentro del agujero. Se intentaban sacar con un alfiler, unas veces se podía y otras veces no. Lo mismo ocurría con otra multitud de piezas específicas como mástiles, antenas, banderas, cilindros ranurados, aletas, o las hélices de los helicópteros en miniatura, que como no se manejaran con un cuidado exquisito no sobrevivían al primer día. Y especialmente frágiles eran también las piezas articuladas en forma de bisagra, con finas argollas y un pasador. Se rompían rápido y provocaban que la mayoría de los Roblocks tuvieran artritis en codos y sobretodo en rodillas. Pero todo esto se perdonaba. En vez de escribir una carta de reclamación al director de la fábrica de Exin poniendo el grito en el cielo, las piezas se guardaban -repetimos, nunca se tiraban- y se intentaban de pegar, remendar, o darles un uso diferente al original para hacer el avío, pero siempre seguían formando parte de nuestras espectaculares construcciones.

Superando estos retos, quien ha jugado con Tente no lo olvida. Prueba de ello es que tras varias décadas sin comercializarse el producto y sin el consiguiente martirio publicitario, toda una generación seguimos recordando a Tente como el juego espectacular que fue y deseando que esta nueva iniciativa de iunits.es tenga éxito para seguir jugando con Tente en el futuro.