Cifras y letras. ¿Prueba no superada?

Ayer por la noche volvía a la televisión el mítico concurso "Cifras y Letras". Lo recordamos de su primera edición allá por el principio de los años 90 cuando era presentado por Elisenda Roca. Había sólo dos clases de pruebas. En la de cifras se elegían una serie de números y un resultado. Había que hacer operaciones básicas con los números hasta alcanzar o quedarse lo más cerca posible del resultado. En la prueba de letras se elegían varias vocales y consonantes y con ellas tenían que formar la palabra válida más larga posible. 

Sencillo y entretenido.

Cifras y letras en TVE

En esa época no había muchos ordenadores. Para elegir los números había una mesa con una serie de tablillas puestas boca abajo en cuatro filas. No se sabía lo que había en cada una, pero sí que en la primera fila había números más bajos, luego más altos, decenas o centenas. Los concursantes elegían cual fila querían y iban apareciendo los números. Para sacar el resultado había una especie de marcador mecánico que rodaba entre los números 100 y 999 a gran velocidad hasta que lo paraban tocando unos botones. Para validar el resultado había un señor muy listo con una calculadora y una pizarra blanca que explicaba rápidamente las operaciones. En algunos casos no se podía conseguir el número exacto y se presentaba otro lo más próximo posible.


Para las letras, la operación era similar. Los concursantes elegían vocal o consonante entre dos montones de tablillas y al final otro señor muy listo comprobaba en un diccionario que las palabras eran correctas o sugería alguna otra más larga si la había encontrado.

Sencillo y eficaz.


Luego, ya metidos en el siglo XXI apareció una nueva versión del programa que se pudo ver en el Canal Sur y en otras teles autonómicas. Las reglas del juego eran similares pero apareció una gran diferencia. Todo era digital e informatizado. Se notaba mucho que las cifras y las letras habían sido preparadas para obtener ciertos grados de dificultad o para que siempre hubiera respuestas posibles. Aquí se perdió toda la gracia. Era fácil adivinar ciertas técnicas para formar los resultados y todo con la seguridad de que, al menos la mayoría de las veces, iba a ser posible conseguir el número exacto. Con las palabras iden de iden. Todo muy prefabricado. Había que pensar también, pero se perdía parte de la intriga.

Ahora llega otra vez este programa a TVE en 2024. Por supuesto además de estar todo super informatizado con las cifras y letras seleccionadas, se han complicado las pruebas. Cultura general, retos, no tardarán en aparecer publicidades encubiertas de películas y cantantes, ya conocemos a TVE. No tiene tanto de especial este concurso. Aunque es bastante dinámico, es otro concurso más de adivinar palabras y pruebas estilo Pasapalabra, El cazador, La ruleta, etc etc. 


En todo caso es un programa cultural, didáctico, bueno... al que deseamos mucho éxito. Pero no siempre la informatización es buena, sobretodo si lo analógico venía funcionando perfectamente bien.


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