Antiguas minas convertidas en enormes almacenes

Descubrimos hoy lo que hacen en Estados unidos con las minas de piedra caliza de las que ya han extraído todo lo que podían extraer. Ahí quedan vacías enormes galerías subterráneas que han podido aprovechar como almacenes, archivos o centros informáticos.


Pero no estamos hablando de esos túneles estrechos que salen en las películas del oeste. Son inmensas salas a lo largo y a lo ancho en la que tras extraer el mineral solo quedan grandes columnas perfectamente alineadas para que el techo no se hunda. Entre ellas hay amplias galerías en las que trabajaban las grandes excavadoras y ahora pueden circular sin problemas los camiones y trailers que llevan las mercancías a los almacenes.


Rodeado de muros de roca natural y columnas de piedra caliza gigantescas, los almacenes ocupan secciones similares de la mina, pero están delimitados por muros y tienen los portones de acceso, las estanterías, los montacargas y todas las instalaciones necesarias para su funcionamiento.

Estas antiguas minas tienen algo que ningún almacén en superficie puede igualar: una temperatura constante de unos 18 °C y una humedad estable, sin necesidad de calefacción ni aire acondicionado. Eso, sumado al aislamiento natural que proporciona la roca, las convierte en auténticos búnker logísticos del futuro.


Los espacios de estas minas son enormes. Las galerías principales suelen tener anchos de 15 a 30 metros y techos que alcanzan los 9 o incluso 12 metros de altura, sostenidos por colosales pilares de piedra que dejan pasillos perfectamente transitables. En muchos casos, se han asfaltado y señalizado las vías interiores y se han instalado redes eléctricas, fibra óptica, iluminación LED y sistemas contra incendios. Los accesos cuentan con amplias rampas por las que circulan sin problema camiones de gran tonelaje.

En algunos complejos como Springfield Underground (Missouri) -que no tiene nada que ver con el Springfield de Los Simpson- o Marengo Warehouse (Illinois), la explotación minera dio lugar a varios niveles conectados por rampas en espiral o montacargas industriales capaces de mover cientos de toneladas. SubTropolis, en Kansas City, puede ser el más famoso; sus más de 5 kilómetros cuadrados (unas 500 hectáreas) lo convierten en el complejo subterráneo comercial más grande del mundo. Tiene más de kilómetros de carreteras asfaltadas internas y techos de unos 8 metros. En comparación, Springfield Underground ocupa alrededor de 350.000 metros cuadrados y Marengo Warehouse unos 280.000. Muchos de ellos siguen ampliándose por dentro de las minas abandonadas conforme van haciendo falta.


En estos almacenes se pueden guardar desde alimentos congelados y productos farmacéuticos, gracias a la estabilidad térmica, hasta archivos históricos y cinematográficos, que necesitan humedad controlada. Por ejemplo, hay películas originales almacenadas por estudios de Hollywood.

También se usan para instalar centros de datos y servidores, como los que algunas empresas tecnológicas han instalado en SubTropolis, aprovechando el clima natural y los menores costes energéticos para la climatización.

No quisiéramos imaginar que en el futuro después del apocalipsis climático o algo peor, estas minas reconvertidas podrían ser las nuevas ciudades subterráneas donde el ser humano se tenga que meter para vivir y protegerse de la intemperie.

Google Street view de Subtropolis

Relacionados en Inforserranía:

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cómo ganar siempre al buscaminas

El chalet de Médico de Familia

Reciclando calendarios. Cuando se repiten los días de la semana